Por: Edwin Laverde
Fotógrafo de la naturaleza.
Director General –Idea original
Proyecto documental Colombia Megadiversa- La Verde Biodiversa
Las Ballenas Jorobadas
Son viajeras. Recorren grandes distancias desde las aguas cálidas en donde paren a sus crías, hasta las áreas de alimentación de aguas frías cerca a los polos. Se alimentan solas o en grupos grandes. Llegan a vivir entre 40 y 60 años. Comparadas con otras ballenas, las jorobadas no tienen aleta dorsal sino un pequeño bulto en su lomo, de ahí su nombre ballena jorobada. Las aletas pectorales son las más grandes entre todas las especies de ballenas, miden casi un tercio de su tamaño, con las que las ballenas alcanzan una velocidad de hasta 30 km por hora.
Este magnífico animal es una de las especies más grandes del planeta, mide 15 metros de largo en promedio y pesa alrededor de 35 toneladas, superada en tamaño y peso por su pariente la ballena azul que alcanza unos 30 metros. Las dos pertenecen a la familia balaenopteridae (rorcuales) ballenas barbadas, sin dientes.
Les gusta estar en la superficie del mar y realizar una serie de actividades. También es evidente su complejo sistema social y su sistema de comunicación. Todo esto ha hecho que las ballenas Jorobadas sean una de las especies más estudiadas del reino animal, sin embargo desconocemos mucho de su historia natural.
Habita todos los océanos, pero su población ha sido drásticamente diezmada, la cacería comercial de los dos siglos anteriores ha dejado solo un 15% de los valores mundiales originales (IWC 2001). A pesar de las regulación aún es vulnerable, se cree que quedan poco menos de 20.000 individuos. Hasta la década de los años sesenta las ballenas fueron cazadas masivamente, son una especie protegida desde 1966.
Aprovechamiento letal y no letal
Según la IFAW (International Fund for Animal Welfare) “A pesar de la prohibición de 1986 de la CBI sobre la caza comercial, algunos países como Japón, Noruega o Islandia se niegan a poner fin a sus operaciones de caza de ballenas. Ciertas poblaciones siguen practicando la caza aborigen artesanal: Alaska, Siberia, Canadá y en algunos países del Caribe. Año tras año las esperan para cazarlas, hacen un aprovechamiento letal de las ballenas.
En las costas del Pacífico sur y en particular en las costas colombianas se está observando un cambio en la percepción de las comunidades sobre el papel de las la ballenas en su entorno natural. Los trabajos de concienciación ambiental que se han propuesto por diferentes organizaciones en este país, buscan el aprovechamiento no letal de estos gigantes en su visita anual a las costas del Pacífico. En principio ese cambio obedece a que las visitas de las ballenas se constituye en una importante fuente de ingresos para las comunidades que están logrando organizarse y asumir la administración eco-turística de su territorio.
La contaminación acústica del océano
Otro problema que enfrentan la ballena Yubarta y otros grandes mamíferos acuáticos es el ruido producido por el hombre en los océanos. Las ballenas utilizan su voz para comunicarse y para encontrar comida y navegar. Pero su mundo ha cambiado.
Alrededor de 60.000 barcos comerciales viajan por los océanos del planeta a todas horas; su ruido por debajo de la superficie del océano es ensordecedor. Los cañones de aire buscando petróleo, son disparados cada 10 a 15 segundos, las 24 horas al día. Estos sonidos están ahogando los sonidos naturales del océano, forzando a las ballenas al silencio. Son devastadores los efectos del ruido industrial y militar en las ballenas y otras especies marinas del océano. El sonido tiene un papel fundamental en el mar y la actividad humana ha generado cambios dramáticos y repentinos en el delicado hábitat acústico del océano. Cambios que ponen en peligro la capacidad de las ballenas y otros animales marinos para prosperar, funcionar y sobrevivir.
La Expedición
En nuestro ejercicio de registro de las especies de flora, fauna y los ecosistemas de Colombia, estamos documentando esta magnífica especie: Megaptera novaeangliae. Muchas ballenas jorobadas son de “nacionalidad” colombiana, nacen aquí.
Hemos tenido la oportunidad de registrarlas en otras ocasiones siempre en la búsqueda de la fotografía que muestre todo su esplendor y con la intención de hacer la mejor foto de un ballenato nacido en nuestro país, el equipo de Colombia Megadiversa se prepara de nuevo para recorrer 200 km por tierra y volar otros 200 km para llegar hasta una de las “sala cunas” de las ballenas jorobadas: la Ensenada de Utría. Estos cetáceos tendrán que viajar más de 8.000 kilómetros desde la Antártida para llegar a las cálidas aguas del Pacífico a la altura del Chocó biográfico, en donde algunas se aparearán y otras tendrán sus ballenatos.
Estos mamíferos gigantes guardan sus secretos en las profundidades del océano. Verlas de cerca siempre es asombroso y esta expedición es un acercamiento más para documentarlas, entender su comportamiento y ver la interacción de los seres humanos con ellas en su anual visita a las costas colombianas.
La expedición tiene como propósito continuar con la misión de reconocimiento (scouting) en Bahía Málaga en el Valle del Cauca y Bahía Solano y Nuquí en el Chocó para estructurar el capítulo de la serie documental Colombia Megadiversa: Yubarta. Con estas exploraciones previas encontraremos los lugares más propicios para realizar las tomas fotográficas de las ballenas, coordinar con los nativos y las autoridades ambientales las salidas al mar, entrevistarnos con los guardaparques y los investigadores científicos. El scouting nos ayuda a organizar la logística para la expedición del rodaje final y coordinar todos los aspectos técnicos y de producción del documental.
Hemos llegado a Utría, una ensenada de tiene 54.300 hectáreas comprendidas en los municipios de Bahía Solano, Nuquí, Alto Baudó y Bojayá. En esta reserva se pueden encontrar más de 400 especies de aves, las cuales queremos también registrar y dar a conocer. Estaremos adentrándonos unos cuantos kilómetros en la selva de la serranía del Baudó y cuando llegue el momento volveremos a la lancha y recorreremos unos 15 o 20 km en el mar para hallar a las Yubarta.
A finales de julio ya empezaron a llegar la ballenas, la mayoría de ellas arriban en agosto y empiezan a partir en octubre de regreso al océano antártico. Navegamos en una lancha que se ve pequeña al lado de estos grandes mamíferos. Hemos realizado varias salidas y en todas ellas hemos logrado tener un acercamiento, casi no tardamos más de media hora antes de poder ver la primera aleta o lomo.
Cerca a nosotros hay otra lancha con turistas, se escuchan sus gritos de emoción, es comprensible, es muy emocionante ver estos hermosos animales. En estas aguas calmas los ballenatos aprenden de su entorno. Sus madres les enseñan a saltar y a estar alertas de los depredadores.
Nos debemos poner en posición y procurar no ser un obstáculo en su camino ni interrumpir sus actividades. Nuestro equipo está conformado por varios profesionales del campo audiovisual y científico, a todos se nos eriza la piel cuando vemos la magnificencia de estos interesantes animales. Son un enigma para nosotros y la ciencia aún no conoce muchos detalles de su historia natural. Para el Pacífico Sur la población de ballenas jorobadas no está del todo determinada y aún se desconocen sus rutas migratorias y los límites de desplazamiento no están claramente establecidos.
Los antecedentes de ballenas Yubarta para este hemisferio se basan primero en las bitácoras de buques balleneros que se abastecían en aguas Colombianas, Peruanas, Chilenas y el territorio Antártico (Townsen, C. H., 1935) A este lado del Pacífico las investigaciones comenzaron hacia mediados de los 80 en zonas de agregación de individuos en los países anteriormente mencionados. En Colombia se ha descrito un número elevado de animales (Flórez, L.1991; Flórez, L et al., 1998). Para estas calendas se ha registrado un número superior a 1.200 individuos en las costas de Colombia.
Otras especies
Es hora de dejar el agua y explorar la tierra. En el Parque Nacional Ensenada de Utría se puede encontrar más de 120 especies de mamíferos y un millar de especies de reptiles. Son las 6 de la tarde y la playa se ha descubierto con la marea baja, y sobre ella cientos de pequeños reptiles caminan. Con los últimos rayos del sol logramos registrar la tortuga marina golfina o tortuga olivácea (Lepidochelys olivácea), que por esta época pone sus huevos en las playas del Chocó. Esta especie se considera Vulnerable según la UICN, con poblaciones a la baja. Cuando están adultas miden de 60 a 70 cm, con un peso aproximado de 38 kg, pero las que estamos viendo no superan los 10 cm. Recién nacen y ya deben correr por su vida al mar. Por lo general crían unos 100 a 110 huevos por nido. Las hembras hacen sus puestas en la arena de las playas que al nacer caminarán hasta el mar para acabar su desarrollo. Entonces permanecen en una fase pelágica, prácticamente a la deriva, dispersandose lejos de sus lugares natales con ayuda de las corrientes marinas hasta llegar a la madurez sexual.
Continuamos nuestra exploración recorriendo un sendero por el piedemonte de la serranía del Baudó. En el camino hemos logrado registrar dos especies de monos y estamos a la expectativa de poder encontrar otras especies como hormigueros, monos aulladores, lagartos, entre tantas posibilidades. Nos dirigimos hacia el centro de investigación de las tortugas golfina. Allí se supone nos esperan para almorzar, pero al llegar no hay nadie. Es por eso que se hace tan importante el scouting, para determinar a la hora del rodaje posibles imprevistos. Estamos sin agua y sin comida, deberemos recorrer más de nueve kilómetros de playa para llegar de nuevo a la base de nuestra expedición en el corregimiento del Valle en Bahía Solano. Hay cocos por todos lados, los pelamos, llenamos nuestras botellas con su agua y almorzamos con su pulpa.
Caminamos por la negra y brillante arena, dejamos nuestras huellas que se van desvaneciendo mientras sube la marea. A nuestra mano derecha aves revolotean en los árboles de la selva chocoana, a nuestra izquierda la inmensidad del mar nos deja ver por momentos lomos y aletas, la playa está llena de cangrejos y al frente se ven algunas personas que caminan desde y hacia el corregimiento el Valle.
En este largo recorrido vamos reflexionando y pensando cómo realizaremos este capítulo de Colombia Megadiversa, cómo lograremos grabar las ballenas, sus comportamientos y que cosas nuevas descubriremos de ellas. Vemos con preocupación un incremento en la actividad turística y el impacto que a largo plazo puede generar, por eso el seguimiento sistemático, la documentación audiovisual y la investigación científica son claves para establecer la base para el manejo y desarrollo de programas de conservación; y a la vez mirar la actividad turística y los beneficios socioeconómicos que esto implica, teniendo respuestas oportunas al impacto de esta actividad humana en las poblaciones de la ballena jorobada. Conocer de cerca su comportamientos permite establecer medidas apropiadas para su conservación.
/Recurso Destacado/
Estos son sólo algunos apartes de esta crónica de viaje, unas cuantas aventuras de muchas que vivimos en el desarrollo de nuestro ejercicio documental. Este año ya empezaron a llegar las ballenas y ya estamos preparados para registrarlas en video y fotográficamente, convencidos que nuestra serie documental Colombia Megadiversa es una valiosa herramientas de concienciación ambiental, si conocemos nuestras especies y generamos amor por ellas será más fácil protegerlas.
Aval Científico
Con estas expediciones pretendemos documentar las ballenas jorobadas y obtener información de los científicos, ambientalistas y comunidades que procuran por su conservación. Varias organizaciones a nivel nacional velan por ellas, como la Fundación Omacha, una Organización No Gubernamental (ONG) de carácter ambiental, sin ánimo de lucro, creada con el fin de estudiar, investigar y conservar la fauna y los ecosistemas acuáticos y terrestres en Colombia. Su trabajo busca crear estrategias en pro de la conservación, el uso adecuado de los recursos acuáticos y terrestres con los que cuentan las comunidades que habitan en las áreas donde hacen presencia.
También la organización Conservación Internacional cuyo objetivo en Colombia es el de fortalecer el desarrollo institucional de iniciativas no gubernamentales ambientales, apoyar sus actividades y servir de punto de contacto internacional, para canalizar los esfuerzos en beneficio del logro de los objetivos conservacionistas del país. Con estas dos organizaciones estaremos trabajando, ellos nos brindan sus conocimientos y el aval científico y nosotros entregamos nuestro material fotográfico y de video para el reconocimiento de los individuos y como apoyo en las investigaciones científicas.
La importancia del documental:
Hermosas fotografías y videos espectaculares no son un fin en sí para los realizadores, sino que son una herramienta para dar a conocer la biodiversidad que se encuentra en los bosques y los océanos de Colombia, es el camino para sensibilizar a la gente sobre su protección.
La diversidad biológica del planeta está en serios problemas. Las crecientes amenazas a los ecosistemas están desequilibrando el sistema natural. Esta pérdida de diversidad biológica nos afecta directamente a todos los seres vivos. Una de las causas es el desconocimiento casi total de las especies de flora y fauna y sus estrechas relaciones. A nivel mundial se están haciendo grandes esfuerzos a través de programas ambientales para detener la acelerada extinción de las especies, muchas de ellas desapareciendo sin conocerlas, sin registrarlas.
Daremos a conocer nuestro entorno natural con esta pieza artística documental, generando inquietudes sobre el tema, llamando la atención sobre la biodiversidad del segundo país megadiverso del mundo.
Los países Megadiversos son un grupo de 17 naciones que albergan el mayor índice de biodiversidad de la Tierra. Tienen en conjunto más del 70% de la biodiversidad, pero sus territorios sólo tienen el 10% de la superficie del planeta. El segundo país megadiverso del mundo es Colombia. Utilizar la fotografía y la videografía como herramientas de difusión sobre la importancia de la biodiversidad, consideramos es un aporte valioso en el esfuerzo por mejorar la calidad de vida de los ecosistemas.
Dirección General
La idea surge de Edwin Laverde, fotógrafo documental de la naturaleza quien desde hace 20 años registra la diversidad biológica de Colombia, procurando siempre que la fotografía sea una herramienta de concienciación ambiental.
Dirección Audiovisual
A cargo de Beto Briceño, realizador audiovisual, dirige el documental y en compañía de Laverde están recorriendo las áreas naturales protegidas de Colombia en busca de especies en algún grado de vulnerabilidad, como el Jaguar, el Oso de Anteojos, La Danta, la pava caucana entre otros.